CINE: RUSH

Uno ha estado algún tiempo fuera de circulación y cuando vuelve decide ir al cine para divertirse un poco, así que busca en la cartelera, y ve varias de esas películas que parecen medianamente punteras. Duda entre ellas, así que echa un ojo a las críticas y resulta que dicen las malas lenguas que son todas flojas, así que sigue buscando y se fija en la que está al final de la cartelera, casi escondida. Allí hay una que no te había llamado la atención. En fin, con desgana lees las críticas y resulta que la gente habla maravillas...

Si antes de marcharme a África me hubieran dicho que a la vuelta una de las mejores películas de lo que va de año iba a ser una de coches de carrera habría pensado que el mundo estaba del revés, o que quien me lo decía había tomado algún tipo de sustancia alucinógena, pero visto el resultado y la monumental sorpresa que ha supuesto ver RUSH, entendería perfectamente que al final del año se la considerara entre las grandes películas de 2013, porque no se trata de una simple película de coches...

No estropearé nada al lector si desvelo que trata sobre la rivalidad entre dos grandes pilotos de Fórmula 1, Niki Lauda y James Hunt. Esta pelea de dos personajes antagónicos que están perfectamente perfilados en un sólido guión traspasa lo deportivo y les lleva a límites insospechados, consiguiendo mantener la tensión del espectador hasta el final.

Ron Howard (Una mente maravillosa y Frost contra Nixon entre otras) dirige excepcionalmente esta obra basada en hechos reales, cuenta con una fotografía alucinante (gracias a uno de los grandes en este apartado, Anthony Dod Mantle) y una banda sonora muy redonda firmada por el ya archifamoso Hans Zimmer (La trilogía de Batman, Gladiator, el Rey León, etc) y, por si fuera poco, ha tenido un reparto que se ha superado, ofreciendo en esta ocasión las mejores interpretaciones de sus carreras hasta la fecha, en especial el alemán Daniel Brülh, que se sale en su papel de Niki Lauda.

Estamos ante una de las mejores películas del año y sin ningún género de duda, ante la gran sorpresa que nadie esperaba y que hará vibrar al espectador de principio a fin, le gusten los coches o no, porque ésta no es otra película de coches de carrera. Es una película épica que se merece de mí un 9 en una escala del 1 al 10. No dejeis de ir a verla al cine porque os va a gustar.