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martes, 24 de septiembre de 2013

Desintegración

Somos polvo, ni más ni menos. Tan sólo unas pocas motas de polvo mezcladas con la arena del desierto, consumidos lentamente ante el paso implacable del tiempo como un barco encallado que antaño se perdió en una tormenta y se deshace sin remedio con cada golpe de ola de un océano implacable, infinito.
Somos polvo, ni más ni menos, si acaso sombras, sombras que sueñan ser humanos durante un tiempo efímero, apenas un instante, pero nada más. Polvo que juega a ser dios y olvida su insignificancia, su mortalidad, su nada, y en su afán de vivir creyendo que su mundo es único, se olvida de soñar.
Somos polvo y como polvo nos desintegramos, como un barco naufragado que confundió su rumbo en la niebla... Somos polvo y no hemos de olvidarlo. Polvo y nada más.

Título de la fotografía: Desintegración.
Restos de un barco de la Costa de los Esqueletos. Namibia. Fotografía sacada durante mi viaje por África. Hace pensar...

2 comentarios:

  1. Cierto. Somos tan solo polvo y sombras soñadoras en el paso por la vida, pero hay que encontrar alicientes, porque vivir por vivir no tiene sentido. La fotografía que has puesto es el fin de un barco y fue a parar en la costa de los Esqueletos (que yuyu, bien pudiera ser un resto humano).

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    1. Esa es la idea que quería plasmar. Hay que disfrutar de la vida, sin dejar de soñar, porque sólo tenemos ésta, que sepamos, y merece la pena cada instante, sin olvidar que el mundo no nos pertenece, nosotros pertenecemos al mundo. El paralelismo entre el barco desintegrándose y el ser humano, sobre todo en estos momentos de crisis, es lo que me impulsó a escribir estas notas junto a la fotografía. Coincido contigo en cada palabra. Muchas gracias por tu comentario y bienvenida.

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