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domingo, 22 de diciembre de 2013

Esclavistas del siglo XXI

Ayer fui al cine a ver 12 años de esclavitud y me sentía obligado a escribir unas letras.
Sobre la película, decir que es brutalmente buena, descarnada, cruda, desgraciadamente real, un trabajo magnífico.
Huelga decir que estoy en contra de todo tipo de esclavitud y la película me ha parecido una magnífica oportunidad para dar una vuelta de tuerca más para erradicar esta lacra de la historia humana.

Si nos vamos a la RAE lo primero que encontramos es: estado de esclavo, y más abajo, sujeción excesiva por la cual se ve sometida una persona a otra, o a un trabajo u obligación.
Se entiende por lo tanto que la esclavitud se produce solamente entre humanos y a mí me parece discutible.
Considero que la esclavitud es mucho más amplia y que se debería definir como la privación de la libertad de una forma de vida por parte de otra ¿Os imaginais que vinieran unos extraterrestres y nos llevaran a su planeta para darles leche, carne o compañía? ¿Os sentiríais libres o esclavos? 
Sinceramente, soy el primero que se come un buen chuletón cuando surge la ocasión, pero hay que ser consciente de que un trozo de carne fue parte de un ser que tuvo vida y muchas veces no olvidamos: hemos perdido el respeto por la naturaleza que hace miles de años teníamos, cosas de la industria. Hoy por hoy es algo necesario, pero creo que algunas fronteras deberían ser trazadas porque la moral nos lo exige.

Hace unos días tuve ocasión de leer un par de artículos, cuyos enlaces os copio a continuación, sobre algunas personas, por llamarlas de alguna forma, que se dedican al contrabando de perros, una especie animal que rara vez es un alimento para el ser humano (Quizá en Asia o África, pero no en la vieja Europa). 

http://www.alimentacioncanina.com/noticias/mas-de-120-cachorros-interceptados-por-el-seprona-buscan-acogida/
http://www.alimentacioncanina.com/noticias/venta-de-perros-de-raza-por-internet-y-en-tiendas/

Éstos piratas modernos hacen pasar a perros de Europa del Este por perros españoles y no han pasado los mismos controles sanitarios, suelen tener enfermedades (la rabia no está erradicada, por ejemplo) y se mueren muy frecuentemente a los pocos meses de ser comprados por sus amos. Es todo un negocio, ya que un perro que podría costar 1000 euros lo venden a mitad de precio. Un precio bastante alto aún, si tenemos en cuenta que el intermediario los adquiere a no más de 100 euros.
Estos perros se adquieren por internet o en la mayoría de las tiendas de animales y hasta importantes asociaciones españolas (la ACCE) están involucradas para hacer negocio con la esclavitud de estos perros... No me lo invento, lo dicen los artículos y es una investigación de la Guardia Civil.

Estos perros los compra gente que muchas veces tampoco sabe cómo cuidarlos, porque, si no saben educar a sus hijos ¿Cómo va a educar a un perro? Así que al cabo de un tiempo los abandonan, los maltratan, o ambas cosas. Y es que muchos no son conscientes de comprar una vida, un miembro más de la familia. No son conscientes de que esta vida tiene necesidades, requiere cuidados, no te permite realizar muchas actividades que normalmente harías si no tuvieras hijos o perros, pero ya no voy a entrar en la falta de educación o humanidad de quien compra una vida para abandonarla después.
Otras personas que si se preocupan por ellos viven un calvario por haber comprado un perro enfermo, sin saber el calvario por el que han pasado los animales para enriquecer a un grupo bastante grande de sinvergüenzas...

Lo que me gustaría es que, al menos las personas que lean mi opinión, tomen conciencia de que un perro merece ser tratado como un miembro más de la casa y no como una mascota de la que deshacerse cuando resulta inconveniente. De este modo, señores, señoras, dejen de comprar perros en tiendas o internet. Sean responsables y piensenlo bien, no contribuyan a la esclavitud de estos pequeños.

Ninguna persona merece ser esclava de otra... Los perros tampoco. Son nuestros mejores amigos en el mundo animal...  Diría que los únicos.
 


lunes, 11 de noviembre de 2013

El cilindro de agua


Cuatro mil lubinas daban vueltas dentro de un cilindro de cristal lleno de agua de mar constantemente, sin saber a dónde iban. Todas se dirigían en el sentido de las agujas del reloj, como si una fuerza las impulsara hacia el futuro, para ganar tiempo al tiempo en su carrera hacia la siguiente vuelta, siempre adelante, sin jamás estresarse, porque no recordaban de dónde venían, ni a dónde iban; sólo que sus compañeras estaban al lado, recorriendo su mismo camino, quizá compartiendo su destino, y todas debían hacer lo mismo, porque el instinto les decía que no debían separse para protejerse de los depredadores, sin recordar que no estaban en el mar a la vista de los peces más grandes. Tan sólo tenían tiempo para pensar:
-Que hoy no me toque a mí, que se coman a otra lubina, sigue a delante, que algo de comida aparecerá, no debo separme del resto.
Y cada cierto tiempo los cuidadores del cilindro les echaban algo con lo que alimentarse, saciando a las cuatro mil lubinas durante un tiempo, mientras ellas seguían su camino sin jamás recordar ni tan siquiera haber comido un par de vueltas más allá.
Entonces, una noche oscura entre vuelta y vuelta algo cambió. De entre las cuatro mil una de las lubinas, que había recibido una mutación que le permitió desarrollar cierta inteligencia, tan sólo una, se preguntó:
-¿Hacia dónde vamos? Las sombras que se ven ahí fuera me resultan familiares, diría que estoy dando vueltas y quisiera nadar en otra dirección, quisiera encontrar una vida mejor. Aquí no hay más depredadores que los dos cuidadores que se asoman a tirarnos comida y, de cuando en cuando, se llevan a unas cuantas de nosotras y las sustituyen por otras ¿Por qué he de rendir cuentas y hacer lo que le viene mejor a esos seres malvados, que nos dan de comer para engordarnos y sacarnos después para alimentarse de nosotras?
Entonces observó que sus compañeras seguían haciendo lo mismo mientras se decían:
-Que hoy no me toque a mí, que se coman a otra...
Comprendió que sus compañeras nunca harían nada para cambiar algo, pues, la excusa de estar juntas sólo servía para protegerse con el cuerpo de las demás, y no para defenderse juntos de las amenazas. Si ella no hacía nada al respecto, ninguna de sus compañeras lo haría. 
Entonces, dejó de nadar.
-¿Qué haces? Me estreso, me estreso ¿Qué haces? Sigue nadando...- empezaron a protestar las demás, que siguieron con sus preocupaciones, en la misma dirección de siempre mientras la lubina valiente gritaba:
-Esperad, compañeras, escuchadme...
-Pero nadie se paró y comenzaron a tropezar unas con otras, produciéndose una gran confusión en la que nuestra valiente lubina recibió tantos golpes por las compañeras que la atropellaban, que finalmente murió, y fue a parar a la superficie de donde los cuidadores la sacaron al día siguiente. En sus últimos instantes la pena la carcomió, sabiendo que el destino de su especie siempre sería el mismo, servir de alimento a sus cuidadores, algo que ninguna lubina estaría dispuesta a cambiar.
Sin embargo, una idea quedó sembrada en la mente de algunas lubinas, que empezaron a plantearse cómo podrían salir de allí...
Cilindro de lubinas de Loro Parque, Tenerife


Así es este gran cilindro llamado España, en el que nuestros cuidadores banqueros, sindicatos y políticos, se alimentan de nosotros sin poner su poder económico, su vagancia y su partitocracia en riesgo, dándonos unas migajas para tenernos atados, mientras los españoles decimos estar hartos, pero sin jamás dejar de nadar y plantar cara realmente, pensando en las cosas que supuestamente tenemos que perder, sin preocuparnos de los compañeros que nadan a nuestro lado, porque lo único que nos importa es que no nos toque a nosotros y pensamos que algo malo habrá hecho el compañero para merecer sus desgracias, y si en realidad no hizo nada, tampoco importa, porque los demás siguen dando vueltas y haciendo chistes... o diciendo frases como:
-Es que todo está muy mal, madrecita que me quede como estoy-. Eso, cuando no intentamos hundirla nosotros por pura envidia.
Y me pregunto:
¿Dejaremos que una lubina inteligente llegue a cambiar las cosas si está preparada para hacerlo o, por el contrario, nosotros mismos la atropellaremos para que todo siga igual en nuestro cilindro de agua salada?
Necesitamos una nueva generacíon de personas en el poder que cambien las cosas, que no piensen en el interes del partido, en subvenciones estatales o de otros países, intereses partidarios de regiones, o riquezas personales, si no en el interés general. Necesitamos que alguien nos de ejemplo, porque, no os engañeis, la clase política, es un espejo de nosotros mismos, y lo que odiamos ver en ellos es la parte de nosotros que nos perdonamos, porque el mundo es para "listos"; tantos chorizos hay en el poder como los hay en las clases más bajas. Si no, tomaros la molestia de dejar de nadar un momento, lubinas, y mirad alrededor. 
Es hora pensar y buscar caminos para mejorar, para que podamos dejar un camino sólido a las generaciones futuras, y no lleno de parches como hasta ahora, parches que habrá que arreglar con tu dinero una y otra vez.

viernes, 11 de octubre de 2013

Arena en los calcetines (Improvisando)

—Como diría un vampiro creado por Anne Rice —me dijo el tío— te voy a dar la oportunidad de elegir que yo nunca tuve -y acto seguido me mordió. 
Sí, después me preguntó si quería vivir o morir, pero el daño ya estaba hecho, porque no me contó las consecuencias de mi decisión, como si fuera un comercial de telefonía o de seguros cualquiera.
Me contó lo de que no puedo ver el Sol, que es un fastidio, pero como me pasaba las noches de bar en bar, pues nada, lo pasé; me contó lo de la estaca, lo de la sangre, lo de los espejos, con lo vanidoso que yo era, pero nada, aun así lo de vivir para siempre bebiendo sangre fresca, pues como que me llamaba la atención, porque si los leones lo hacen, no voy a ser yo menos.
Pero coño, sí hubiera sabido que los vampiros también pagan impuestos, le habría dicho que me matase y se fuera a hacer gárgaras con mi sangre a ver si se atragantaba, porque resulta que ahora soy inmortal y ¿Habéis visto alguna vez un vampiro jubilado? Yo no. Y tienes que pagar la comunidad de la casa en la que tienes tu ataúd, tienes que pagar el terreno, la manutención del humano al que has convencido para que te cuide de día, su sueldo, que también tiene que comprarse ropa y ducharse, porque a ver si os creéis que beber sangre por los siglos de los siglos sale barato. No, nada más lejos de la realidad. 
En primer lugar, si matas a alguien se investiga, y si te investigan, tarde o temprano llegarán hasta ti. Entonces irás a la cárcel por asesinato, porque igual en USA que hay pena de muerte te pueden clavar una estaca, pero en España abolieron la pena de muerte, y yo soy un vampiro español, así que si vas a la cárcel ¿De qué vives? No puedes matar a los reclusos porque por el día tu duermes y cuando despiertas las puertas de las celdas están cerradas y no puedes pasar porque aunque todos los vampiros tenemos un poder, a mí me tocó el de ver a través de las paredes. Pero que mierda, para que quiero ver lo que hay detrás si no puedo pasar... Así que si te encierran ¿De dónde sacas la sangre? ¿Tú sabes lo chupado que te quedas después de estar 17 años sin beber una gota de sangre? Y encima, como por el día estás dormido los presos se lo pasan bomba contigo, que no voy a contar detalles de lo que le hicieron al último vampiro que estuvo convicto, es mejor estar muerto. Por eso, lo mejor es comprar la sangre y dejarse de asesinatos. Y para comprar hay que tener dinero, lo que conlleva que tenga que trabajar para conseguirlo, pagar impuestos, lo dicho, un coñazo.
Me he buscado un puesto de camarero en un pub. Está mal pagado, y me paso la noche relamiéndome al ver esos cuellos palpitantes, pero me aguanto, porque sé que tengo que pagar la sangre que les compro a los de la cruz roja.
Gracias a la naturaleza no tengo que pagar por el agua, porque además de tener el mismo aspecto y no envejecer, siempre huelo mal, me duche o no, de eso tampoco me hablaron. Pero, afortunadamente, los humanos no se enteran porque las colonias que usamos son especiales. Yo uso Hypnotice, que se llama así porque la huele un humano y ya no se entera de nada más en toda la noche. Mi compañera de turno de vez en cuando me dice: -oye Vampi, échale colonia a mi novio de la tuya que esta noche tengo otros planes... ¡Ay! La Lore, que buena chica, siempre pensando en que su novio no sufra... 
Pero volviendo a lo que me importa, es que encima, como siempre tengo que tener arena de mi tierra dentro del ataúd, siempre voy por la calle con los calcetines sucios, que parece que voy andando por el desierto. Y venga a pagar impuestos, el sueldo no sube, pero venga a pagar ¿Cuándo voy a dejar de pagar impuestos a estos capullos del Gobierno? Porque a mí me llaman vampiro, pero coña, si entre el Gobierno y los bancos me da miedo salir del ataúd para no consumir aire porque, algún día, lo van a embotellar para venderlo con la excusa de las deudas que ellos mismos crean. Eso sí, tan inútiles son que le darán la patente del aire a alguna empresa americana creada con capital de riesgo, porque así son el PP y el PSOE competentes hasta inflarse, vamos lo que viene a llamarse burbuja... Que estos ya nacen inflados...
En fin, que lo que tengo claro, es que ser vampiro es una mierda, porque como siempre tengo 32 años, nunca podré jubilarme, así que si alguna vez os preguntan si queréis ser vampiros decid que no.
Si queréis chupar, meteros a políticos, banqueros o empresarios que, salvo que España se canse y se líe a estacazos con vosotros, que es lo que se merecen los dirigentes de España sin excepción, viviréis de gorra y os aplaudirán con las orejas...

martes, 8 de octubre de 2013

Cine: GRAVITY

El espacio es frío y solitario.
Si obviamos el pequeño detalle de las bonitas vistas que ofrecen las estrellas y los planetas, lo único que encontrarías a tu alrededor es soledad y silencio. Poco más.
No hay muchas películas que transmitan ésto, quizá 2001 de Stanley Kubrick, quizá algún momento de Alien cuando comienza la película, y para de contar que no hay más.
Sin embargo, la tecnología ha mejorado desde que Kubrick filmó su odisea espacial y aquí es donde aparece Gravity, aunque para mi gusto algunos años antes de tiempo. 
La obra de Cuaron nos enseña la realidad de la vida en el espacio, ese silencio, esas vistas espectaculares de una tierra hermosísima, las estrellas, y nos cuenta una historia de superación personal en una situación extrema que en algunos momentos consigue atrapar de forma claustrofóbica al espectador.
Desgraciadamente sigue sin gustarme el 3D y por eso me atrevo a decir que ha salido antes de tiempo, porque en algunos momentos el cerebro sigue sin transmitir las señales necesarias para que el ojo vea con la misma rapidez las imágenes que se suceden en la película, causando en algunos momentos que el espectador se quede bizco, al menos en el cine que hay más cerca de mi casa, no hay otro mejor en León.

Al margen del 3D, que todo el mundo está sobrevalorando hoy por hoy, y que es en realidad una tecnología en pañales que está muy lejos de ser útil (En esta película en algún momento casi lo consigue, pero no), esta película creo que está muy bien interpretada por Sandra Bullock, o al menos lo intuyo, ya que ver uno de esos cortos en los que dice con su voz aterrada: Houston, do you copy?, a escuchar a una dobladora decir: Houston ¿Me reciben?... Habrá a quien le pueda parecer igual, pero no lo es. 
El espectador español se pierde toda la interpretación de las películas de habla no española, como ya sucedió con la memorable Rush, donde el alemán Daniel Brühl hablaba con acento austriaco en inglés, y eso el doblador no lo trasmite, ni siquiera lo intenta, dejando coja para los españoles una película maravillosa... ¿Será que por estar en crisis tenemos que sufrir malos doblajes también? Señores, estoy en paro ¿Me dejan intentarlo? Igual lo hago mejor... Por su puesto que no quiero que despidan a los dobladores, pero que se pongan las pilas por lo menos, que lo están haciendo fatal...

Pero me desvío del tema. Esta película, tiene momentos de perfección, pero se pierde en ese sentimiento tan americano de pensar que si quieres puedes, y para conseguir el sueño se inventan un accidente causado por los rusos, como no, aunque no dudan en utilizar el mobiliario ruso y chino para tratar de librarse de un destino fatal que, en la realidad, no habría tenido vuelta de hoja. 
Me resulta extraño pensar, además, que en una distancia de 80000 kms, como dicen en la película que hay de diametro en ese punto alrededor de la tierra, la estación espacial internacional, la principal estación china y la nave americana estén tan cerquitas unas de otras, en menos de mil kms. Debe haber un letrero en el espacio que ponga: estacione aquí su nave, el resto está restringido para satélites y basura espacial.
A pesar de lo dicho, es una película que merece la pena ver, pero muy a mi pesar, no se le puede dar categoría de obra maestra porque el guión me parece pobre y no ofrece nada más que una sucesión de situaciones accidentales de las que los protagonistas deben salir como buenamente puedan.
Es cierto que ofrece algún momento transcendental, pero para mi gusto es corta y se pierde en lo accidental.
Al final de lo que se trata es de ofrecer un espectáculo visual muy bueno, que lo es, y enseñarnos como es la vida de un astronauta en el espacio, pero el propio 3D lo estropea por momentos para mi gusto, como ya he manifestado. Quizá dentro de unos años salga una tecnología mejor y la repongan, y si es con subtítulos la disfrutaré más... O sin ellos, que tampoco es tan difícil entender lo que pasa.
Yo le daría de 7,5 a 8 en una escala de 1 a 10, pero es mejorable. 
Me esperaba más, la verdad.

lunes, 7 de octubre de 2013

La piel del cocodrilo (Leyenda de Namibia)

En otro tiempo en que la vida florecía y el agua era abundante, era el cocodrilo el rey de la belleza por su piel dorada y lisa.
Permanecía durante los días en las aguas y salía en las noches a secarse y todos los animales que iban a beber al río podían contemplar la luna llena reflejada en su piel perfecta y exclamaban de admiración.
El cocodrilo, henchido de vanidad, comenzó a salir también durante los días para que los animales pudieran verle aún con más luz idolatrándolo.
Sin embargo, la luz cegadora y cálida del Sol resecó su piel, que se volvió fea y agrietada, y los animales perdieron el interés, por lo que ya no volvieron a beber durante el día.
El cocodrilo, humillado ante su nuevo aspecto, ya sólo sale a la superficie cuando no hay nadie, pero se esconde bajo el agua cuando un animal se acerca, dejando sólo visibles su nariz y sus ojos para poder respirar y ver fuera del agua.
¿Moraleja? ¿Detrás de una piel bonita siempre hay un reptil que se estropea por exceso de vanidad? ¿Tomar mucho el Sol es malo?
Si a alguien se le ocurren más lecturas abrimos un debate jaja


 Arriba y abajo cocodrilo en cautividad en una granja de Kaokoland, camino de Etosha.

 Abajo cocodrilo en libertad en el Delta del Okavango, Botsuana



viernes, 4 de octubre de 2013

Tres días y tres noches




Este micro relato lo escribí hace años, cuando estaba en la universidad, y lo he retocado un poquito. Deseo que lo paséis bien, o mal, según se mire:

Yo no estoy loco, estoy completamente seguro. No sé qué pasó, pero no estoy loco. Sólo estoy nervioso, un poco nervioso, sí, porque esta situación me produce inseguridad.
Yo no, no sé lo que ha sucedido realmente, ni si hice algo diferente que me llevara a ésto. Es como si alguien me hubiera elegido para llevar a cabo algún experimento macabro. Todo es extraño, todo es ajeno por completo a mi entendimiento.
Lo que sé con seguridad es que hoy me desperté, me levanté, miré el reloj de la mesita de noche y por la fecha que señalaba llevaba tres días en la cama. Es como si de mi vida se hubieran borrado tres días en los que no hice ni viví nada, como si jamás hubieran transcurrido.
Para mí hace cuatro días fue ayer, y ayer recuerdo perfectamente que me acosté con un terrible dolor de cabeza y que sólo pensaba en descansar sobre el regazo de Alicia, mi esposa, y sentir su pecho cálido latiendo junto a mi sien, aligerando mis cargas y mi dolor con su amor desmedido.
Me dolía la cabeza porque me golpee con no se qué y sólo deseaba tumbarme en la cama mientras ella regresaba haciéndome olvidar esa punzada penetrante. Me recosté sobre la almohada y esperé, y seguí esperando, mas ella no llegaba y al final me quedé dormido.
Creía que durmiendo tres días y tres noches recordaría algo más que un lento paseo por una oscura senda alfombrada de crujientes hojas otoñales que se iban despedazando a mi paso, pero no fue así. Es como si hubiera estado caminando tres días por ese sueño hasta encontrar la forma de despertar, hasta encontrar la salida, cuando el camino se bifurcó y escogí una de las sendas. Entonces desperté y seguía sólo.
Todo estaba como cuando me acosté. Alicia no había dado signos de haber estado en casa durante este tiempo y, no sé, simplemente esperé porque ni hambre tenía para desayunar algo. Con el paso de los minutos caí en la cuenta de que no escuchaba ningún ruido: no había tráfico en la calle, ni los gorriones piaban, ni los perros del vecino ladraban, y bien raro era que a esas horas no estuvieran dando la coña ya. Entonces miré por la ventana y mi ansiedad creció, pues nadie había en la calle: ningún ser vivo se cruzó ante mis ojos; nadie en la acera, ningún vehículo circulando, ninguna ventana moviéndose o ni indicios de vida en el tejado, donde habitualmente se ponen los grajos a estas alturas del año; nada, soledad es todo lo que vi para mi, y empecé a traumarme pensando en la posibilidad de que nunca más volviera a ver a nadie. Salí a la calle y corrí de un lado a otro.
—¿Hola? ¿Hay alguien ahí? —grité. Pero el silencio fue mi respuesta y cuando estuve harto de mi soledad regresé a casa a sabiendas de que ya nunca más vería a nadie. Entonces rompí a llorar como un niño.
Yo no estoy loco, seguro, puesto que puedo razonar a pesar de mis preocupaciones, pero la realidad es que han pasado tres días y tres noches desde ayer y, puesto que no he vivido ese tiempo y estoy aquí, y los demás no, he de suponer que el golpe que me di me ha enviado a un plano diferente, como una especie de universo paralelo en el que vivo tres días por delante de los demás, sí, debe ser que vivo en el futuro.
Pero el caso es que no recuerdo haber perdido el sentido, porque fui capaz de llegar hasta la cama y acostarme. Lo extraño es que no sé por qué me lo di, sólo sé que me dolió intensamente al principio, para irse diluyendo poco a poco. Cuando desperté ya no me dolía ni he visto que tenga morados o hinchazones. No ha quedado ni rastro. Al principio creí que habría tenido algún shock que me hubiera hecho dormir tres días y tres noches y que me desperté una vez que me sentí fuerte y recuperado. Algo así como si hubiera estado conmocionado, o incluso hubiera tenido algún tipo de coma no muy profundo.
Pero lo cierto es que Alicia no me despertó y creo que ni siquiera lo intentó. No obstante dudo que ella me haya abandonado porque me quiere mucho, tanto, que siempre me ha perdonado por mis continuas infidelidades. Ya me había perdonado por mi último desliz, con Carla, la mujer de Luis, su compañero de trabajo. Además, lo último que le escuché decir fue que me amaba ¿Cómo iba a dejarme entonces?
Sin duda debe ser lo que pienso. Estoy en el futuro o todos se han quedado en el pasado, o algo así.
¡Dios! ¡El sexo sí que lo voy a echar de menos! Lo sé, es mi debilidad, pero no lo puedo remediar. Se me da bien conquistar a las mujeres y Alicia lo sabía cuando la conquisté a ella.
Pero ¿Por qué me tiene que pasar a mí? ¿Es por mi dinero? ¿Es por envidia? ¡No lo entiendo! Por alguna razón debo estar condenado a esta soledad, pero ¿Por dinero? Si el mundo está lleno de capullos con dinero peores que yo. Cualquier político o dirigente de cualquier empresa es tan impresentable o más que yo y seguro que no han pasado por esta pesadilla.
Tengo que tranquilizarme y pensar algo porque del mismo modo que llegué a este solar vacío debe haber alguna forma de volver.
Veamos, Si dejo una carta por debajo de la puerta del vecino y mi teoría es cierta, la recibirá dentro de tres días, de modo que podría avisarle de lo que me está pasando.
Espera, no puedo ponerle cualquier cosa, pensará que estoy loco y, yo, yo no estoy loco, creo ¡Ah! Lo pensaré mejor. Iré a la cocina y comeré algo, aunque no tengo hambre todavía, pero tengo que llenar el estómago porque, si no como ni bebo, acabaré enfermando ¡Ay! ¡Malditos nervios! ¡Todo se me cae de las manos!
En fin, espero que Alicia haya comprado comida para tres días o tendré poco para elegir. Sí, hubo suerte y ese jamón tiene muy buena pinta. Cortaré un poco. Veamos donde dejé el cuchillo…
Un momento ¿Y este martillo? ¿Qué hace con los cuchillos? Está, está manchado de sangre reseca…
¡Ahora lo recuerdo! Ella, el golpe… ¡No! ¡No! ¡No puede ser! ¡No puedo estar muerto! ¡Tengo miedo!




lunes, 30 de septiembre de 2013

CINE: 2 GUNS

Si el cine es entretenimiento el espectador no quedará defraudado con esta película de acción.
Así debería terminar mi comentario de hoy pero he decidido empezar del revés porque en el mundo de 2 Guns, todo está del revés... Los buenos parece que no son tan buenos, más bien corruptos, los malos siguen siendo malos, aunque un poco tontos, y los que realmente son buenos, los protagonistas, se ven metido en un tinglado bastante elaborado que no te deja pensar mucho sobre lo que está pasando hasta que se termina la película.
Desde luego, si vas a ir al cine a ver una obra de arte, esta no es tu película, pero conseguirás divertirte.
Denzel Washington y Mark Walhberg encabezan un buen reparto que dirije Baltasar Kormákur, islandés que está tratando de abrirse paso en el difícil mundo hollywoodiense. El resultado, como decía al principio, es una película entretenida que no pretende mucho más que eso: divertir, y arrancarte del bolsillo el precio que cuesta la entrada.
Al menos si te gastas el dinero en esta película, no saldrás diciendo que no merece la pena ir al cine.
Le doy un 6,5 en una escala del 1 al 10. Rozando el 7. Muy entretenida...

sábado, 28 de septiembre de 2013

Confesiones de un corazón descarnado: Wish you were here

Hoy me levanté pensando en ti, otra vez, desde este día gris... El recuerdo de tu mirada cristalina, de tu sonrisa inocente, inolvidable. Estabamos juntos y me quisiste a cambio de cariño, de humano a humano, con el corazón descarnado, desnudo, sincero. Me quitaste la coraza de mi vida pasada y no me mediste por lo que no tengo, ni por mi piel o mi etnia, o la bandera que me ata, no me pediste nada... 
Sólo cariño, amor, una sonrisa, un juego, sólo humanidad y con cada gesto, sí, con cada instante que me diste, me arrancaste el corazón y te quedaste con él.
Ahora que la distancia es el mundo recuerdo cada momento y no encuentro las palabras para explicar
que en tu mirada está el secreto de la felicidad y la plenitud y que no es más rico el que más tiene.
Una razón para amar África, niño del pueblo himba, eres tú.
¿Cómo explicar a un occidental que no necesitas nada? Lo tienes todo y por tí, por haberte conocido, soy un poco más feliz, porque he visto tu luz y ahora sé como debería ser... Vida pura y descarnada, inocencia, ternura, pasión y alegría.
Tú, niño himba, en tu mirada, escondes el secreto de la felicidad y yo, ahora que pienso en tí, querría estar contigo para disfrutar otra vez de la humanidad que hemos perdido... Y desearía poder llegar al fondo de cada corazón que lea esto para decirle de humano a humano: wish you were here...

Enlace para ver Wish you were here. David Gilmore (de Pink Floyd, versión acústica subtitulada al castellano)